El acuerdo con la Unión Europea acelera la invasión

Alcanza con leer en la web de Presidencia el acuerdo con la UE, para advertir que hay gato encerrado, ya que, como acostumbran los gobiernos con cada una de sus trapisondas, no informan, sino que propagandean.

Columna de Marcelo Marchese
Publicado el lunes, 09 Dic 2024

Esta práctica secretista es crucial, y si los gobiernos no la aplicaran, tendrían problemas con el Titiritero.

Si el lector encara la lectura de ese bodrio, verá que habla de las grandes ventajas que tendrán nuestras exportaciones, sobre todo, la carne y la celulosa, pero nada dirá de nuestras importaciones, cuando se supone que si un gobierno informa de un contrato firmado donde vende y compra, no puede obviar lo que compra. Ojo, no culpemos al actual gobierno, ni al anterior, ni al posterior ¿qué otra cosa podrían hacer sino engañarnos y entregarnos atados de pies y manos, ya que ellos mismos están engañados y atados de pies y manos?

Así que nuestras principales exportaciones a Europa son la celulosa (desde zonas francas y por parte de UPM y Montes del Plata, cuando las zonas francas son, precisamente, enclaves de las trasnacionales para no pagar impuestos a los Estados) y la carne, procesada en su inmensa mayoría por frigoríficos que pertenecen a las transnacionales, por lo que, en este primer aspecto del acuerdo, se favorece antes que nada a las transnacionales que operan aquí, transnacionales que estrangulan a los productores nacionales y que nos llevan a la sustitución de la carne por eucaliptos.

Si incluimos a los socios del MERCOSUR, los principales rubros de exportación serán el litio y la carne, mientras le compraremos a los europeos maquinarias, automóviles y productos farmacéuticos (más vacunas) lo que lleva a que luego de quinientos años, nada cambió: ellos se llevan nuestra materia prima con poco trabajo agregado, y nos venden mercaderías con bastante trabajo agregado, los viejos y peludos “términos desiguales de intercambio” que cada vez nos empobrecen más, cosa perfectamente ejemplificada con la entrega del litio para la compra de autos eléctricos.

Ojalá todo esto terminara aquí, pero todo esto no terminará aquí, sino que incluye la agenda feminista, la agenda ambientalista y la agenda que privilegia a la Corte Penal Internacional, a la ONU y a todo organismo global que venga en detrimento de las soberanías nacionales, justo cuando estamos ante las puertas de un tratado que nos quiere imponer la OMS por el cual podrá desembarcar sus políticas sanitarias sin la anuencia de los Estados, lo que implica imponer su agenda verde, pues el grosero incremento de las muertes en el mundo tras la pandemia, se debe, según estas gentes, al calentamiento global, a la contaminación y a la pérdida de biodiversidad, así que si un día la OMS dice que el planeta es un horno por culpa de los malvados que comemos animales “dotados de un sistema nervioso central”, deberemos pasarnos al veganismo y al consumo de insectos, y si además dice que los acuíferos, la Amazonia y el litio, son propiedad de la humanidad y no de los países del MERCOSUR, deberemos decirle adiós a nuestras riquezas.

-Bueno, ya nos deprimiste bastante, justo cuando estábamos chochos con el acuerdo supervisado por la dulce Úrsula, así que no agregues más penurias.

-Lo siento, pero hay más penurias en el horizonte. Resulta que el ataque a la clase campesina, comenzó en Europa, donde le han lavado la cabeza a todo mundo con el verso verde, salvo a los campesinos, que no se comen los mocos. Cuando liquiden a los campesinos europeos, vendrán por los campesinos latinoamericanos. A los campesinos europeos los castigan todavía más con este acuerdo, pues como tienen montones de restricciones verdes y nosotros no, se trata de que no puedan competir, se fundan y vendan sus tierras a las transnacionales.

-¡Suficiente!

-Hay más. Ya viste que en las que duelen, nada diferencia al izquierdista Lula del derechista Milei.

-¿A qué venís con eso?

-Que si Orsi designó a un abogado de las transnacionales como Ministro de Economía, seguirá profundizando este acuerdo mientras los chicos del hidrógeno verde nos robarán el agua; las dos nuevas plantas de celulosa que se sumarán a las tres existentes nos hurtarán el agua y la tierra; el Proyecto Neptuno se apropiará del agua; Google nos enchufará su monstruo para afanar el agua; el contrato con Pfizer seguirá siendo secreto y el secreto seguirá siendo la práctica usual por parte de los empleados públicos devenidos en monarcas, todo lo cuál desembocará en que cada día tendremos más gente durmiendo en la calle y comiendo de los contenedores de basura, mientras las transnacionales se lo tragan todo, y los organismos internacionales extienden sus garras para administrar “de manera responsable” nuestros acuíferos, nuestro litio y nuestra Amazonia.

Esto, al menos, es lo que pretenden ¿Dejaremos que se salgan con la suya?

 

Sobre Marcelo Marchese

Autor del libro «Pensamiento salvaje», propietario y conductor de librería Babilonia en el paseo de librerías de Tristán Narvaja, desde los años 90; es un encendido defensor, primero, del libro físico por sobre el digital: «el texto de un libro físico no se puede borrar», justifica; y luego de las ventajas y el encanto de los libros antiguos, ya que trabajar con ellos permite al lector —explica— una mayor libertad para elegir. «Mientras los libros nuevos representan los últimos, digamos, cinco años de lanzamientos editoriales, el libro usado o antiguo puede representar fácilmente, en cambio, los últimos cinco siglos».

Publicado en Movimiento Uruguay Soberano
Publicación original
https://www.facebook.com/share/p/15PpQab4YN/

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Seguinos en las redes

más columnas

En blanco

Voy a hablar a título personal. La decisión que voy a expresar probablemente sea la misma a la que hayan arribado o vayan a arribar...